La semana pasada publiqué un post sobre cómo mejorar la autoestima de nuestros hijos. Debido al éxito que tuvo, hoy me he animado a redactar uno centrado en los padres ya que, aunque profesionalmente estoy centrada en la Psicología Infantil y Juvenil, también considero importante trabajar con progenitores ya que, al mejorar su bienestar, tal efecto repercute siempre en los propios niños. Por eso es básico que los padres tengan un nivel de autoestima alto; si se sienten bien, transmitirán bienestar a sus hijos y si se sienten con ganas de aprender en la vida y disfrutar de ella, transmitirán tal entusiasmo a los niños.
¿Cómo puedes saber si tu autoestima está baja?
Si tu nivel de autocrítica es muy alto, si lo pasas muy mal cuando te critican, si eres indecisa/o o incapaz de decir “no” a los demás cuando te piden algo, si continuamente crees que debes complacer a los que te rodean o te culpas con frecuencia de cosas que te pasan, podrá ser que tu autoestima no esté pasando por su mejor momento.
Un psicólogo amigo mío al que conozco desde hace bien poco pero del que ya he aprendido mucho, explica en sus clases que tú eres una jarra de agua que sufre pérdidas de líquido cuando tu autoestima está baja ya que eso agujerea su base. Tienes dos opciones: o llenar la jarra desde fuera (por medio de las adulaciones y frases positivas que te diga la gente que te rodea) o desde dentro, cuidándote tú y mimándote como harías con tu mejor amigo. La primera opción no está mal pero es muy arriesgada ya que si durante un tiempo sientes que nadie habla bien de ti, tu jarra se irá vaciando poco a poco y tú llegarás a secarte, con las nefastas consecuencias que eso generará en ti y, como consecuencia, en tus hijos. La segunda opción es que la jarra se llene dependiendo de ti, es decir, que seas tú quien la rellene de forma habitual.
¿Y eso cómo se hace? ¿Quieres saber cómo? Te lo muestro a continuación.
.
¿Qué puedes hacer para hacer que tu autoestima suba y se mantenga alta?
UNO: Céntrate en las cosas positivas que eres y tienes. Tú tienes virtudes y te pasan cosas buenas, como a todo el mundo y será tarea tuya darte cuenta de ello; de ti dependerá ver la botella medio llena o medio vacía.
DOS: No te compares con nadie porque todas las personas somos diferentes e igualmente valiosas. Aunque te veas peor que otros en unas cosas, seguramente eres mejor en otras, por tanto, no tiene razón de ser que te sientas inferior a otros, en ninguna situación.
TRES: Saca tiempo para ti todos los días de la semana durante, al menos, una hora y utilízalo para cualquier afición que te ayude a sentirte bien (leer, escribir, cocinar, pasear por tu ciudad, etc.). Si crees que te falta tiempo para ello, levántate una hora antes.
CUATRO: Practica ejercicio cardiovascular al menos 4 horas a la semana. Mover el corazón te ayudará a aumentar el ánimo y a sentirte activa/o, ágil y fuerte ante la vida.
CINCO: Sé asertiva/o, es decir, aprende a decir lo que piensas sin lastimar a nadie pero sin permitir que nadie te humille o te haga sentir inferior. Si no sabes hacerlo, busca un profesional que te asesore porque en poco tiempo podrá ayudarte mucho y notarás un cambio importante en tu vida.
SEIS: Cómprate una agenda y apunta en ella todo lo que tengas que hacer a lo largo de la semana. Para empezar, durante las tardes de domingo, apunta en ella las comidas, saber qué vas a poner para ti y tu familia durante los siete días te va a quitar un peso de encima enorme.
SIETE: La meditación es también una gran herramienta. Tener entre tus manos a grandes figuras como Gandhi, Tagore, Sta. Teresa o simplemente estar en silencio, te hará sentir bien y conectada/o contigo misma/o.
OCHO: Aliméntate de forma sana y, si te apetece, date un capricho hipercalórico de vez en cuando, ¿porqué no? No seas esclava/o de tu cuerpo, tú eres más que una simple carcasa.
NUEVE: Empieza el día poniendo una canción alegre que active tu cuerpo y tu espíritu y que te haga sentir que podrás con todo aquello que el día te traiga. Un ejemplo podría ser la canción de Ana Belén y Víctor Manuel titulada “Hoy puede ser un gran día” y que personalmente me encanta.
DIEZ: Mírate al espejo con cariño nada más levantarte y di: “estoy genial” y “voy a disfrutar de lo que el día me traiga”. Si te ayuda haberte peinado y lavado la cara antes, hazlo también.
Hay muchas más cosas que podrías hacer, pero pienso que estas diez podrán serte bastante útiles para iniciar el ascenso imparable de tu autoestima y que tus hijos noten en ti a una persona renovada. Espero haberte sido de utilidad con este post y, si lo has visto práctico, te pido también que lo compartas para que otras personas puedan aprovecharlo. ¡Nos vemos en el próximo post!
.
Maite Cobo | Psicóloga Infantojuvenil y Orientadora Educativa
.
