Que los niños mientan no es extraño, sin embargo, se trata de un asunto que no hemos de pasar por alto ya que puede llegar a representar un síntoma de algún problema más serio. Cuando son menores de 5 ó 6 años, sus mentiras no suelen ser motivo de preocupación ya que todavía no diferencian entre realidad y ficción y ésta va asociada generalmente al juego y a la fantasía. Tan sólo deberíamos preocuparnos si las mentiras se produjeran constantemente. Sin embargo, a partir de esa franja de edad, las mentiras son reflejo de algo más.
Razones por las que un niño miente:
- Por miedo, básicamente a recibir un castigo por parte de los padres y eso hace que el niño perciba la mentira como una manera de defenderse, a fin de intentar eludir la consecuencia negativa de su acto.
- Por aparentar, para sentirse más valorado. Esto ocurre cuando un niño no se siente suficientemente querido y necesita llamar la atención para conseguir la dedicación que necesita. Supondría síntoma de autoestima baja o a problemas de inseguridad.
- Para evitar problemas. Este se da más en niños preadolescentes y adolescentes, ya que requiere una mayor elaboración del engaño y en la mayor parte de los casos va dirigido a los padres; su único objetivo es preservar la estabilidad del ambiente en el hogar.
- Por imitación. Ellos imitan por naturaleza, de ahí la importancia en que los padres seamos honestos y coherentes con lo que decimos y hacemos, porque ellos imitarán lo que nosotros hagamos, no lo que digamos.
En todos los casos, el niño nos estará informando de que hay algo a su alrededor que no funciona como debiera, y es por medio de las mentiras, como nos está pidiendo ayuda. ¿Qué puedes hacer para conseguir que tu hijo deje de mentir?
- Crea un clima de confianza que le sirva para tener la seguridad de que puede contarte todo con tranquilidad y sin miedo. Pregúntale porqué mintió y dale confianza para que explique sus razones.
- Explícale la diferencia entre verdad y mentira, de forma sencilla y adaptándote a su edad. Háblale, además, de los beneficios de la verdad, la honradez y la confianza.
- Felicítale cuando te diga la verdad, especialmente si ello conlleva riesgo de ser castigado. Por supuesto, si ha actuado mal y nos lo confiesa tendrá que ser sancionado, pero expresándole que nos sentimos orgullosos de su valor por haber sido honesto.
- No reacciones de manera exagerada cuando mienta. Es preferible regañarle con paciencia y dulzura, evitando amenazas y castigos, así como también en privado antes que hacerlo en público ya que la humillación y la vergüenza no evitarán que el niño mienta en el futuro.
- Exprésale el amor que sientes por él. Serán importantes las muestras de cariño para que él sea consciente de que lo quieres y de que es importante para ti. Los besos, los abrazos y las miradas de complicidad que le des nunca serán demasiadas para un niño.
- Y, sobre todo, da ejemplo: que no te vean mentir ni tampoco prometas cosas que no sepas si vas a poder cumplir. Frases como “mañana sin falta vamos al cine”, si después no se cumplen, harán que pierdas credibilidad ante sus ojos y podrá provocar que no vuelva a creerte.
No obstante, si las mentiras persistieran y te desborda la situación, no dudes en pedir consejo a un especialista para saber qué debes hacer. ¡Estamos para ayudarte! Nos vemos en el próximo post.
Maite Cobo
Psicóloga Infantojuvenil y Orientadora Educativa
www.maitecobo.es
Photo: chefranden by Flickr
Maite Cobo
Psicóloga Infantojuvenil y Orientadora Educativa
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